viernes, 28 de mayo de 2010

Ultimado funcionario del Cicpc saliendo de su casa en El Junquito


Caracas, mayo 27

De múltiples disparos fue asesinado el funcionario del Cicpc, Carmelo Antonio Espinoza Ibáñez (26), cuando salía de su vivienda en la calle El Manantial, sector Monte Sinaí, kilómetro 11 de El Junquito.

Como todos los días, Espinoza se dirigía a su trabajo en la Brigada Contra el Crimen Organizado. A las 7 de la mañana salió del patio de su casa conduciendo su vehículo rústico Toyota, tipo Machito, verde oscuro, y su esposa Nelly de Espinoza se dispuso a cerrar el portón de hierro.

De un vehículo pequeño color plateado, quizá Corsa o Fiat, descendieron dos sujetos, se le atravesaron apuntándolo y tuvo que frenar, siendo acribillado.

Dispararon de frente, contra el parabrisas, después lo hicieron por la ventanilla del copiloto, abrieron la portezuela de ese lado, le dieron un tiro en la cabeza y le quitaron su pistola Glock calibre 9 mm, modelo 17, de uso reglamentario.

El vehículo presentó más de 20 impactos. La señora Nelly de Espinoza comenzó a gritar al ver que acribillaban a su esposo, uno de los sujetos se aproximó y la apuntó haciéndola callar.

Frente a la casa funciona la parada de los Jeeps y se encontraban varias usuarios (adultos y niños) del servicio. Un Jeep estaba cargando de pasajeros, y estos salieron despavoridos, unos corrieron cuesta abajo por el primer callejón que encontraron y otros se tiraron entre los matorrales laterales.

En la huida los delincuentes subieron para incorporarse a la carretera de El Junquito, a tal velocidad que estuvieron a punto de arrollar a una dama que bajaba con su niña en brazos. Ella regresaba de llevar a su pequeño hijo al colegio y tuvo que lanzarse en los arbustos.

Espinoza fue distinguido de la Policía Metropolitana, recientemente ingresó al Cicpc, trabajaba en la central y su asimilación a la institución estaba en proceso.

Al conocerse la noticia del asesinato de Espinoza, acudieron funcionarios del Cicpc, Guardia Nacional y PM, acordonaron la zona para realizar la inspección y el cadáver fue llevado a la morgue. Del piso colectaron conchas y otras evidencias.

Los vecinos dijeron que el sector no es tan peligroso. Tienen patrullaje de la GN y de la PM.

Por las características, se sospecha que pudo tratarse de una venganza o sicariato, ya que los sujetos atacaron a Espinoza sin mediar palabra.

El funcionario tenía dos años residenciado en El Junquito, y antes vivió en Carapita, barrio de Antímano aledaño a Monte Sinaí, por lo que no descartan que los criminales hayan venido de allí.

Espinoza dejó tres hijos, y el menor tiene cuatro meses. En la misma calle viven varios familiares y su esposa gerencia un comedor popular.

Con la muerte del distinguido suman 26 los funcionarios policiales ultimados este año.

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