jueves, 19 de noviembre de 2009

Asesinado otro efectivo de la PM

Caracas, noviembre 18.- En menos de 48 horas murió a manos del hampa otro efectivo de la Policía Metropolitana. El cabo primero Raúl Alberto Herrera Monsalve (42) es el funcionario número 25 de esa institución policial que resulta asesinado en lo que va de año en Caracas. Un total de 53 funcionarios de distintos organismos de seguridad han muerto en iguales circunstancias.

Los compañeros de Herrera Monsalve se encontraban el martes al mediodía en el velorio del agente Víctor Gómez -asesinado en Catia la mañana del lunes- cuando recibieron la trágica noticia.

Lo habían tiroteado cuando estaba frente al colegio Muñoz Tébar, de la vereda 37 de Coche, esperando que su hijo de 8 años saliera de clases para llevarlo a su domicilio.

Del velorio se tuvieron que retirar algunos para atender la emergencia, y no pudieron ir al entierro de Gómez, que partió a la una de la tarde hacia su última morada.

Herrera fue sorprendido por la espalda, le dieron más de 10 tiros y cayó frente al colegio. Las maestras hicieron regresar al niño al interior del plantel, para que no viera así a su padre.

El funcionario estaba uniformado y conducía su moto oficial. Tenía 18 años de servicio, cursaba 6º semestre de Derecho en la Universidad Santa María y estaba adscrito a la División Motorizada con sede en Maripérez. Era muy querido en la comunidad, porque constantemente patrullaba la zona para resguardar a sus vecinos.

También dictaba charlas en los colegios sobre orientación contra las drogas y otros vicios.

Un compadre de Herrera que vive detrás del colegio escuchó los tiros y salió inmediatamente. Logró hacerle frente a los delincuentes y sospecha que uno pudo haber escapado herido.

Al funcionario baleado lo llevaron al hospital de Coche, donde luego de estabilizarlo lo refirieron al Centro Podológico de San Bernardino, donde falleció al caer la noche.

En el hospital de Coche no pudieron recluirlo porque el centro no tiene las condiciones necesarias, como es sabido, y en ninguna clínica cercana lo pudieron dejar ya que la PM tiene deudas con el seguro.

Yulimar Rojas, esposa del funcionario, es laboratorista en el hospital de Coche. Su esposo estudiaba el mismo semestre que ella en la universidad, y “me ayudaba mucho”, pero a pesar de quedarse sola con sus hijos “seguiré luchando, echando para adelante, hasta que se haga justicia”.

-Era un hombre hogareño, responsable, sus hijos eran sus ojos. Me han roto el corazón. Primero me mataron a mi hijo hace tres años, para robarle una moto, y ahora a mi esposo. ¿Cómo me puedo sentir? Un padre de familia que por el simple hecho de vivir en un barrio, no puede tener tranquilidad.

Ella ha sido testigo de la inseguridad en el hospital. Ha observado el consumo de drogas, malandros apuntándole en la cabeza a un médico para que le salve la vida a un tiroteado.

-Este es el pan de cada día. Los policías no tienen dotaciones, tampoco tienen seguridad. Andan con motos desarmadas. ¿Qué más injusticia que le quiten a uno un ser querido?

Hace tres años mataron a su hijo Maikel José Rojas, cuando salía de la universidad.

Otro policía

En el estado Vargas fue ultimado el oficial Michel Eduardo Luzardo Osorio (22), quien estaba destacado en el hospital periférico de Pariata.

A las 7:30 de la noche salió a un puesto de comida rápida, ubicado frente al centro asistencial, a comprar un perro caliente para cenar, acompañado de un cadete de la escuela de policía.

Llegaron dos hombres en una moto, el parrillero le disparó a Luzardo y le quitó el armamento. Un proyectil le entró por un costado del chaleco antibalas y murió.

El director de la Policía de Vargas, Alejandro Pire, dijo que los homicidas están plenamente identificados. Realizaron allanamientos en la parte alta de Maiquetía, en los barrios Cervecería, Quenepe y Santa Ana.

Los vecinos vieron a los homicidas cuando salían de sus casas cargando bolsos con ropa.

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